Son muchos los pacientes que diariamente nos preguntan sobre cuál es la pasta dental más adecuada, a la vista de las distintas opciones existentes en el mercado. Aunque todas tienen un objetivo común, mantener una boca sana y saludable, la gran variedad que encontramos intenta responder a las distintas necesidades que cada uno ha de cubrir. Ni todas las bocas son iguales ni requieren de los mismos cuidados. Tampoco cada uno de nosotros tenemos las mismas necesidades en todo momento. Por ello es importante conocer si se sufre o se tiende a algún tipo de problema bucal, para que los productos de higiene sean específicos para combatirlos.
Si eres de las personas que acude regularmente al dentista a hacerse la revisión y limpieza semestral lo mejor es que aproveches la visita para preguntarle cuál es la más idónea para ti, según tus necesidades particulares y estado de salud oral. Él mejor que nadie conoce tu dentadura, pudiéndote aconsejar un dentífrico te ayude a combatir los flancos débiles contra los que luchar para que tu sonrisa luzca impecable.
Qué dentífrico usar en caso de:
UNA BOCA SANA: Si tienes una boca sana, para mantenerla en este estado te bastará con prevenir la aparición de caries siguiendo una rutina constante de cepillado tras la ingesta de alimentos con una pasta de dientes fluorada. El flúor es un componente común a todos los dentífricos, independientemente de su objetivo específico, que ayuda a mantener los dientes en perfecto estado remineralizando el esmalte, reforzándolo y eliminando la placa antes de que se forme biofilm dental, impidiendo que las bacterias puedan perforar el esmalte y crear caries.
GINGIVITIS: Si notas que tus encías sangran cada vez que te cepillas los dientes, probablemente sea debido a placa bacteriana que acumulada en exceso ha provocado inflamación de las encías y el consecuente sangrado. Para combatir la gingivitis, se recomienda el uso de dentífricos que además de flúor contengan antiséptico más potente, como puede ser el triclosán, para paliar la causa y evitar que el problema empeore. Estas pastas dentales te ayudarán a reducir las bacterias de la boca y pueden ser muy efectivas para detener la enfermedad de las encías desde su origen.
PLACA BACTERIANA (BIOFILM DENTAL) Y SARRO: Sus ingredientes activos característicos son pirofosfato, triclosan y citrato de zinc, que ayudan a prevenir la generación de biofilm y su posterior acumulación en forma de placa endurecida, comúnmente conocida como sarro. Este tipo de pasta dental inhibe la acumulación de placa dentobacteriana y reduce los efectos tóxicos de la toxina bacteriana que rodea el tejido dental. Además, reducen la aparición de enfermedades en la encía como la gingivitis. Aún así, no podemos perder de vista que aunque este tipo de dentífricos es un gran aliado para retrasar la nueva acumulación de biofilm en los dientes, la única forma de eliminar el sarro existente y las bacterias que alberga es mediante una limpieza dental profesional.
PERIODONTITIS O PIORREA: En este caso lo mejor es acudir a tu dentista, donde se te someterá a un tratamiento de raspado y alisado radicular, a fin de eliminar el sarro acumulado debajo de las encías causante de la periodontitis. Se suele recomendar además el uso de dentífricos con clorhexidina, al igual que en situaciones de post cirugía o extracción de pieza dental.
SENSIBILIDAD DENTAL: Si notas dolor punzante con el frío o el calor de los alimentos, es recomendable que uses un dentífrico que haga desaparecer esta hipersensibilidad. Los ingredientes característicos de este tipo de pastas dentales son potasio de nitrato, o arginina. Todos ellos alivian esta patología por dos vías: Bloqueando la respuesta neuronal al dolor y obstruyendo el paso a la dentina, reforzando el esmalte.
BLANQUEAMIENTO: Se suelen utilizar pastas con agentes químicos o pulidores (sílice hidratada, bicarbonato sódico, alúmina o fosfato cálcico) que eliminan las manchas de las superficies, ayudando a mantener el color natural de tus dientes. Si recientemente te has efectuado un tratamiento blanqueante en la consulta, te ayudara a mantener o prolongar sus efectos. Sin embargo, no se recomienda usar continuadamente este tipo de productos, dado que estos ingredientes suelen ser bastante abrasivos y agresivos para el esmalte.
ORTODONCIA: Contienen comúnmente cloruro de cetilpiridinio, aloe vera o alantoína, componentes que prestan especial atención a proteger el esmalte y proteger y calmar las encías.
HALITOSIS: Dentífricos con bicarbonato sódico, que interfiere en la formación de los compuestos volátiles que causan el mal aliento, clorhexidina o cloruro de zinc pueden ayudar a paliarla.
XEROSTOMÍA: Si tienes la boca muy seca o notas que te falta saliva debido al uso de algunos medicamentos, tabaco o por la edad, te conviene utilizar una pasta de dientes especial formulada con sustancias que aumentan la hidratación de la mucosa y la protegen. Productos con agentes humectantes y con principios activos hidrantes como etaína, alantoína y a su vez efecto anticaries con flúor y xylitol, son altamente recomendables.
Aún así, recordad que mucho más importante que usar un dentífrico específico, es la técnica y frecuencia del cepillado, ya que por muy indicados que sean los productos que utilicemos, carecerán de efectividad si no incluimos en nuestra rutina diaria un cepillado de dientes tras cada comida, de al menos dos minutos de duración, que abarque a los dientes en toda su superficie y con la fuerza justa para no dañar las encías. Es precisamente una buena técnica de cepillado y su frecuencia, lo que nos va a garantizar una correcta higiene dental.