Tal y como ya os explicamos en la entrada dedicada a la dentición temporal, entre las funcionesde los dientes de leche está la de hacer de guía para la erupción de los dientes permanentes, guardándoles el espacio necesario para conseguir una correcta alineación y oclusión dental. La pérdida prematura de dientes temporales puede ocasionar el movimiento de los dientes adyacentes hacia la zona edéntula, provocando una progresiva carencia de espacio para los dientes que están por erupcionar, facilitando igualmente una posible maloclusión dentaria.
En la mayoría de estas situaciones es necesario recurrir a un aparato llamado mantenedor de espacio, cuya función no es otra que la de preservar el hueco dejado por un diente perdido antes de tiempo, para que el definitivo no se vea obstaculizado. Son piezas de ortodoncia realizadas a medida y los tipos existentes varían según el material utilizado, la cantidad y localización de los espacios dentales que sean necesarios mantener y la función que cumplirán durante su tratamiento.
En una primera clasificación genérica se englobarían en fijos y removibles.
- Los removibles, normalmente fabricados con material acrílico, permiten que el niño pueda retirarlos y recolocarlos para su higiene diaria, por lo que suelen utilizarse en pacientes con alta tendencia a caries.
- Los fijos se fabrican en metal, y se adhieren a la pieza dental contigua al espacio desde donde sale el espaciador. Una vez que son fijados por el dentista, no pueden ser manipulados por el paciente.
Los más usados son:
- El unilateral y el de corona y aro que se utilizan cuando solo se necesita mantener abierto el espacio de un diente. El mantenedor de espacio unilateral se compone de banda y abrazadera, envuelve la superficie exterior del diente adyacente y está conectado al aro metálico que mantiene intacto el espacio.
- El de corona y aro cuenta con una corona que cubre completamente el diente adyacente y está adherido al aro que preserva el espacio para la erupción del diente definitivo.
- El mantenedor de espacio calzado distal con frecuencia se utiliza para una primera molar permanente que no ha brotado. Es un mantenedor de espacio más complicado porque el final del metal normalmente es insertado en la línea de las encías para lograr que el espacio abierto no se cierre.
- El mantenedor de espacio lingual es bilateral y normalmente se utiliza cuando es necesario preservar el espacio de más de un diente. Se trata de una banda que se coloca en la cara interna de los dientes frontales inferiores y se fija a ambos lados de la boca, usando como base dos molares inferiores.
- Para la arcada superior se utiliza la barra traspalatina, que recorre el paladar uniendo dos bandas, fijas en los molares superiores.
La decisión de utilizar un mantenedor fijo o removible, va a depender de distintos factores a valorar por el dentista.
Los fijos generalmente se usan para mantener el espacio de un solo diente, no precisan de colaboración por parte del niño y la supervisión por parte del odontólogo no debe ser tan férrea. Sin embargo, la estética no está tan lograda y pueden dificultar la higiene bucal de niño, por lo que no se aconseja en aquéllos con tendencia a caries.
Los removibles, al fabricarse en resina, son más estéticos, y por su facilidad para ser retirados y colocados por el propio paciente son más fáciles de limpiar. Requieren colaboración del paciente y precisan controles más frecuentes por parte del odontólogo, por lo que se recomiendan en pacientes que puedan ser revisados periódicamente y en aquéllos con elevada propensión a la caries, ya que permiten una mejor higiene.
En ambos casos hay que evitar que durante su uso el niño coma alimentos pegajosos que puedan adherirse al aparato o tan duros que puedan generarle una presión excesiva que llegue a quebrarlo o deformarlo. La higiene es fundamental así como las revisiones con el odontólogo, ya sea para ir adaptando el aparato a medida que se avanza en el tratamiento, ya sea, sobre todo en los fijos, para ir comprobando que la higiene es correcta y evitar la aparición de placa bacteriana.
De cualquier manera, de darse un caso de pérdida prematura de un diente temporal, será el odontólogo el indicado para valorar el tratamiento más adecuado para que llegue a cumplir las finalidades expuestas. En nuestra clínica te orientaremos en todo momento y te ayudaremos a encontrar la solución correcta para el problema de cada niño.
