¿Qué es la enfermedad periodontal?
Existen gran variedad de enfermedades que se relacionan con la boca, pero sin duda una de las más frecuentes es la periodontitis o enfermedad periodontal. Se trata de una enfermedad infecciosa crónica que afecta a los tejidos que dan soporte a los dientes, conocidos como periodonto. Este periodonto, al verse dañado, deja de sujetar correctamente al diente, provocando la movilidad e incluso la pérdida de las piezas dentales.
¿Cuáles son sus causas?
La enfermedad periodontal está provocada principalmente por bacterias. Estas se encuentran por toda la cavidad y, cuando no mantenemos una buena higiene, crecen y se agrupan provocando una película alrededor de los dientes que se llama placa bacteriana. Esta acumulación es especialmente significativa en zonas de difícil limpieza, y al mantenerse en el tiempo afecta a las encías, que empiezan a inflamarse y a sangran con facilidad (gingivitis).
Si esta inflamación se mantiene en el tiempo acaba afectando al hueso que da soporte al diente, que se encuentra debajo de las encías, provocando que este desaparezca, aumentando así el espacio entre el diente y la encía y formándose así las bolsas periodontales. El sarro que queda al fondo de estas bolsas seguirá inflamando al hueso, que irá desapareciendo y con ello la enfermedad progresará.
La enfermedad periodontal es una de las diez enfermedades que afectan a los humanos con más frecuencia y la principal causa de la pérdida de piezas dentales
Además de las bacterias, influyen otros factores en la enfermedad periodontal como son el tabaco, el estrés, el embarazo o enfermedades sistémicas como la diabetes o la leucemia. Desgraciadamente, existen también factores genéticos que nos predisponen a padecer enfermedad periodontal, observando en ocasiones líneas familiares completas que padecen esta patología.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad periodontal?
En cuanto a los síntomas de la enfermedad periodontal, hay que tener en cuenta que muchos de ellos coinciden con los de la gingivitis, como son:
- Enrojecimiento e inflamación de las encías.
- Sangrado espontáneo o ante cualquier tipo de contacto con la encía.
Además de lo anterior, otros indicios que nos pueden llevar a pensar que padecemos enfermedad periodontal son:
- Mal aliento
- Hipersensibilidad al frío
- Pérdida de encías y percepción de dientes “más largos”.
- Encías sensibles y dolorosas al tacto.
- Movilidad o aparición de espacios entre los dientes.
- Aparición de abscesos o flemones
- Dolor o molestias al masticar.
¿Cómo podemos tratar la enfermedad periodontal?
Hasta hoy no existe un tratamiento que permita recuperar los tejidos perdidos. Ni el hueso ni la encía se pueden recuperar, así que el tratamiento se basa en limpiar las bolsas periodontales para detener la pérdida de hueso y la progresión de la enfermedad.
Antes de comenzar el tratamiento es fundamental hacer una valoración del hueso de soporte mediante radiografías y exploración de la encía con un instrumento que mide las bolsas periodontales y que se llama sonda periodontal.
Asimismo, es importante realizar un pequeño cuestionario para conocer los hábitos del paciente y cambiar aquellos que sean nocivos para el mantenimiento de la salud de las encías (tabaco, higiene, etc).
Con este tratamiento, conseguimos:
- Reducir la inflamación de la encía
- Reducir el sangrado (unas encías sanas jamás deben sangrar)
- Eliminación de las bolsas periodontales.
- Detener la pérdida de hueso.
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Pero en realidad el curetaje, por si solo, no sirve para detener la progresión de la enfermedad, sino que este constituye tan solo el punto de partida. El éxito del tratamiento periodontal se basa en el mantenimiento y en la adquisición de hábitos saludables para las encías, como son una correcta higiene oral, una dieta equilibrada y el abandono de hábitos nocivos como fumar.
De nada sirve realizar una limpieza exhaustiva por fuera y por dentro de las encías si no llevamos a cabo un correcto mantenimiento que mantenga estos tejidos limpios y sanos en tiempo. Para ello es necesario que el paciente acuda a revisiones cada 4 o 6 meses para valorar su estado bucal y periodontal y limpiar nuevamente cuando corresponda.
En definitiva, el curetaje se realiza de manera puntual en determinados pacientes o de manera regular en aquellos en los que la enfermedad se encuentra más avanzada y que requieran un seguimiento para un correcto control periodontal.
Debe acompañarse siempre con técnicas que ayuden y motiven al paciente a mantener un buen estado de salud bucodental, siendo la mejor manera de prevenir la acumulación de sarro y futuras enfermedades de las encías.
Diferencias entre curetaje y limpieza dental profesional
Una higiene dental o profilaxis tiene como misión eliminar todo rastro de sarro y bacterias presentes en la boca.Aunque está indicado en pacientes que hayan desarrollado gingivitis, también se puede hacer en pacientes que cuentan con una correcta salud oral.
El curetaje únicamente se realiza en pacientes con periodontitis. Por tanto, realmente no existen alternativas al curetaje dental en caso de que la persona ya tenga sarro acumulado en la zona subgingival.
No descuides el cuidado de tus encias. Ya has visto que es un elemento esencial de tu salud dental. ¡Pregúntanos cualquier duda en tu próxima visita!