¿Te levantas a menudo con dolor de cabeza? ¿Más cansado de lo habitual por no haber dormido bien? ¿Con molestias en la mandíbula y en los músculos faciales? Si la respuesta es afirmativa, es posible que estés sufriendo bruxismo, un trastorno conocido comúnmente como rechinar los dientes.
Qué es el bruxismo
El bruxismo es una parafunción mandibular persistente, que consiste en apretar de forma inconsciente la mandíbula o incluso rechinar los dientes, con el consiguiente desgaste de las piezas dentales.
Los personas con bruxismo aprietan los dientes superiores e inferiores con fuerza, adelante y hacia atrás, provocando que los dientes duelan o se aflojen. Además este trastorno puede dañar el hueso que soporta el diente y originar molestos problemas articulares, como el síndrome de la articulación temporomandibular, dolores musculares y cefaleas.
Sector de población más proclive a sufrirlo
El bruxismo no ataca con preferencia a un sector de población en concreto, pudiendo afectar a cualquier persona independientemente de su sexo, edad u ocupación.
Eso sí, tal y como se ha puesto de manifiesto, la tendencia es a que aparezca en personas estresadas, que constantemente están sometidas a situaciones de presión o ansiedad.
Aunque el bruxismo puede afectar hasta el 70% de la población de cualquier edad, sexo o condición social, su mayor incidencia oscila entre los 17 y los 20 años. Cuando este trastorno se perpetúa en el tiempo suele ceder de manera espontánea después de los 40 años.
Diagnóstico del bruxismo
Al tratarse de un hábito inconsciente, puede ser que quien sufre lo ignore hasta que una persona de su entorno cercano le comente que al dormir rechina los dientes.
Puede producirse de día o de noche, siendo este último el más común, durante el sueño, y también el más difícil de controlar.
También se puede descubrir en una revisión dental rutinaria, cuando el odontólogo detecta un desgaste inusual en sus dientes o algunas piezas con fracturas en el esmalte.
En la visita al odontólogo, el paciente suele referir episodios de dolor agudo de oídos o cabeza, dolor o inflamación por la zona de la mandíbula, insomnio y dificultad paraconciliar el sueño por los dolores que acarrea, cefaleas, estrés y ansiedad por cansancio acumulado. Para confirmarlo el especialista realiza una entrevista clínica, una exploración y un estudio radiográfico.
Causas y síntomas
El bruxismo no es una enfermedad como tal, sino que se trata de un trastorno externo desencadenado por otros factores, como el estrés. Por tanto, las causas que lo originan estarían más centradas en el ámbito psicológico, aunque sus efectos son perceptibles por la odontología.
Al ser una patología influída por tantos factores, no se puede generalizar indicando una relación cerrada de síntomas, debiendo estar al caso concreto, porque las razones que lo originan pueden ser diversas y diferentes en cada paciente.
Pero, además del estrés, son bastante comunes las siguientes:
1. Una inadecuada alineación de los dientes.
2. Incapacidad de adoptar actitudes relajadas durante los periodos de descanso.
3. Mala higiene de sueño en cuanto a la postura y horas de descanso.
Tipos de bruxismo
Como ya hemos indicado, el bruxismo puede darse de día o de noche, por lo tanto, podemos clasificarlo según el momento del día en el que se produce.
El bruxismo nocturno
Como hábito inconsciente durante el sueño, suele controlarse mediante el uso de una férula de descarga. Se trata de una funda fabricada a medida del paciente, para que encaje exactamente en su dentadura, de manera que usándola al dormir, se evite que los dientes superiores e inferiores se dañen por el roce constante.
La férula, fabricada en material de resina, debe ser supervisada y articulada por el odontólogo, para que tanto el material como la dureza sea la adecuada para soportar la presión que el paciente ejerce con la mandíbula.
Del mismo modo se aconseja que se programen periódicamente revisiones para ir controlando el ajuste y correcto funcionamiento de la misma.
El bruxismo diurno
En cuanto al bruxismo de día, de darse, el paciente debe estar alerta para poder identificar los momentos en los que se produce, para conocer cuáles pueden ser las situaciones o actividades que lo desencadenan. De este modo, una vez identificado el origen, el paciente podrá gestionar estas situaciones de otra manera, realizar cambios en su rutina, actuaciones o manera de afrontar el estrés que le lleva a rechinar los dientes.
También por la forma en que se aprietan los dientes, podríamos hablar de
Bruxismo céntrico
Conocido como apretamiento.
Bruxismo excéntrico
También llamado rechinamiento.
Una forma efectiva de controlarlo es a través de un estilo de vida más relajado y alejado de las situaciones que nos causan ansiedad.
Tratamientos
Además del uso durante la noche de férulas o protectores dentales que evitan el desgaste dental y los dolores articulares, según las causas particulares que concurran en el paciente, pueden tomarse otras medidas:
- Ejercicios para aliviar el estrés del paciente.
- Técnicas de relajación.
- Higiene de sueño y hábitos saludables de descanso.
- En caso de inadecuada alineación dental, prescripción de ortodoncia.
- Terapias orientadas a la reducción del dolor, la prevención del desgaste dental y los daños permanentes en la mandíbula y la disminución del rechinamiento de los dientes.
Consejos para evitar o gestionar el bruxismo
Siendo el principal factor desencadenante la mala gestión de situaciones de excesiva presión y la existencia de estrés persistente y prolongado, su control va a ser crucial para acabar con el bruxismo.
El paciente debe reducir los momentos de estrés, gestionar de manera más controlada sus emociones, aprender a relajarse correctamente y a desconectar en los momentos de descanso.
En definitiva, llevar un modo de vida más emocionalmente más sano y pausado. En este caso, como en muchos otros nuestra boca es reflejo de la situación que estamos viviendo.
Por supuesto, el prestar atención a este trastorno, no debe hacer descuidarnos en en cuidado de nuestros dientes y encías. Puedes consultar la entrada de nuestro blog donde te damos los mejores consejos para mantenerlos en un estado óptimo.
Si tienes alguna duda, presentas alguno de los síntomas que te hemos indicado o notas que tus dientes están más desgastados de lo normal, no dudes en pedirnos cita. Te daremos un diagnóstico acertado, despejaremos tus dudas y te ayudaremos a solventarlo.
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