Con frecuencia acuden pacientes a nuestra clínica manifestando un dolor repetitivo en cara y cuello. La causa más común de esta dolencia suele ser el bruxismo, comúnmente conocido como rechinar de los dientes.
Se trata de una parafunción mandibular que puede producirse tanto por el día como por la noche. El más frecuente es el que se produce durante el sueño, razón por la cual normalmente el paciente no se percata de que lo sufre y precisamente por darse mientras se duerme, es más difícil de controlar.
Las personas que tienen bruxismo aprietan fuertemente los dientes superiores con los inferiores y los mueven de atrás y a adelante y viceversa, la mayoría de las veces de forma inconsciente produciendo el desgaste de las piezas. Su principal desencadenante se sitúa en el plano psicológico, siendo el estrés la causa más común aunque las repercusiones se extienden al plano de la odontología.
Junto al estrés y a la dificultad para relajarse, como factores que pueden contribuir a su aparición podemos encontrar tanto los patrones de sueño y de alimentación, como la alineación de las piezas dentales, sobre todo si ésta no es la adecuada.
Cuando el bruxismo se produce durante las horas de sueño y el paciente aprieta los dientes de manera inconsciente mientras duerme, entre los síntomas más comunes que nos indican que posiblemente se esté sufriendo están: frecuente dolor de oídos y de mandíbula (éste último puede venir acompañado de inflamación), sensibilidad muscular y de las piezas dentales y episodios de insomnio.
A nivel odontológico, la parafunción que efectúan los dientes puede ejercer una presión excesiva en los músculos, los tejidos y las estructuras que rodean la mandíbula e incluso provocar problemas en la articulación temporomandibular.
A fin de prevenir o controlar el bruxismo, es necesario concretar la causa de su aparición, siendo muy común que una vez haya aparecido, se disminuya con la reducción del estrés y de la ansiedad. Para evitar que mientras se esté sufriendo de bruxismo, las piezas dentales se sigan desgastando y a su vez se continúe ejerciendo presión mandibular, se suele recomendar el uso de un protector dental o férula de descarga, confeccionado a medida de la dentadura del paciente, con la idea de que éste la use mientras duerme y así prevenir dichos daños.
Si sufres alguno de estos síntomas o notas que tus piezas dentales sufren más desgaste de lo normal, no dudes en consultarnos. Su diagnóstico temprano es fundamental para procurar que sus daños funcionales y estéticos sean mínimos.