¿Qué son las aftas bucales (llagas)?
Las aftas bucales, o como popularmente se conocen, llagas, son pequeñas úlceras de forma redondeada, de color blanco y borde rojizo, que aparecen en la mucosa de la boca.
Se desconoce con exactitud la causa que provoca la aparicición de estas pequeñas lesiones a modo de pequeñas protuberancias en lengua, cara interna de los labios, interior de las mejillas o la base de las encías.
Pueden surgir de manera aislada o en grupo. Aún sufriéndose de modo individual, suelen traer consigo una sensación dolorosa, dificultando en mayor o menor medida actividades tan cotidianas como hablar, comer (sobre todo cierto tipo de alimentos calientes o con un grado de acidez elevado) o incluso el cepillado dental
Las aftas bucales (llagas) aunque no revisten gravedad, sí resultan muy molestas llegando a interferir en actividades cotidianas de la vida diaria. Se calcula que aproximadamente un tercio de la población ha sufrido este tipo de dolencia en algún momento.
¿Por qué aparecen?
Aunque hay múltiples factores que pueden propiciar la aparición de las aftas bucales, a día de hoy se desconoce la causa exacta que las originan. Entre los factores ligados a su origen encontramos:
- Estrés: Situaciones de la vida cotidiana que nos alteran emocionalmente, (exceso de trabajo, obligaciones, preocupaciones, temporada de exámenes) pueden traer consigo la aparición de llagas. Normalmente suelen coincidir con etapas de agotamiento, en las que no descansamos suficientemente.
- Alergias alimenticias: o hipersensibilidad al consumir ciertos alimentos como la piña, el plátano o las fresas.
- Déficit de ciertos minerales y vitaminas: Sobre todo en carencias nutricionales relacionadas con la vitamina B12 o el hierro.
- Bajada de defensas: cualquier situación que implique inmunodepresión o debilidad del sistema inmunitario puede traer consigo aftas orales. En ocasiones malestares tan comunes como gripe o catarros. Suelen indicarnos que no contamos con defensas adecuadas para combatir la aparición de gérmenes.
- Cambios hormonales: Los estudios sobre las aftas han revelado que afectan en mayor medida a las mujeres, debido a las alteraciones hormonales que sufren, sobre todo, durante el ciclo menstrual.
- Predisposición genética: Si tus padres las padecen, las posibilidades de que tú las padezcas de darse los referidos factores, aumentan al 90%.
- Ortodoncia y prótesis dentales: El uso de aparatos de ortodoncia tradicionales, en ocasiones, el roce de los brackets metálicos en zonas blandas de la cavidad oral, puede producirlas. Se recomienda en estos casos recubrir el área metálica conflictiva con cera dental especial para ortodoncia.
- Abuso de exposición solar: En ocasiones aparecen después de largas jornadas al aire libre, expuestos al sol y a los rayos ultravioleta sin la debida protección.
¿Cualquier herida abierta visible de estas características es un afta?
No necesariamente. A menudo las aftas o llagas se confunden con otro tipo de lesiones bucales con pueden ser los herpes. A diferencia de las aftas, los herpes tienen un origen viral y suelen aparecer en la zona del labio.
Otro indicio que nos hace pensar que estamos ante un herpes es que estos suelen acompañarse de malestar general y episodios febriles, cosa que no ocure con las aftas, a no ser que aparezcan como efectos colaterales a otros problemas de salud.
Los herpes, en sus etapas iniciales, se suelen presentar como ampollas rellenas de líquido, de cuál se libera al romperse y conforme va sanando se seca y forma costra.
Ante cualquier duda, es recomendable acudir al especialista adecuado para que valore con precisión ante qué tipo de lesión nos encontramos.
¿Qué tratamiento se recomienda para acelerar su curación?
Las aftas orales, normalmente suelen curarse transcurridos unos cuantos días. Pero, teniendo en cuenta lo molestas que son mientras persisten, se aconseja usar productos específicos para acelerar el proceso. Los más eficaces, o los que al menos, suelen servir sobrellevarlas mejor, son aquellos que actúan como una barrera protegiendo la herida, estimulando la sanación y proporcionando un alivio del dolor. Son muy recomendables los que en su composición incluyen ácido hialurónico y enjuagues antisépticos como aquellos con clorhexidina.
Además, se recomienda evitar consumir alimentos muy especiados, ácidos, frutos cítricos o muy picantes. En general, evitar todo aquello que pueda irritar una mucosa oral, ya de por sí debilitada.
Si padecéis de esta dolencia de manera regular, os aconsejamos:
- llevar una dieta balanceada y equilibrada, controlando adecuadamente los niveles de Vitamina B, Zinc, hierro y ácido fólico.
- Mantener una higiene bucal adecuada, prestando especial atención al tipo de cepillo dental que se utiliza, de manera que no sea excesivamente agresivo y procediendo a su reposición cada 3 meses, cuando empiece a perder efectividad.
Os puede interesar, en este punto, revisar el artículo que dedicamos a explicaros cómo mantener unos dientes y encías saludables.
-Evitar los alimentos excesivamente picantes, ácidos, calientes y, en general, aquellos que irriten la mucosa bucal.
Si tenéis alguna duda más sobre las aftas (llagas) o estáis sufriendo molestias por su aparición, no dudéis en consultarnos telefónicamente o en comentarlo en vuestra próxima visita.